Débora, la fan número uno de Ricky Martin

Debora Arnaudo es humbertina. En 2008 tuvo un terrible accidente que la dejó postrada y con severas secuelas neurológicas. Pero su amor por el boricua no mermó. Este sábado estuvo en el Orfeo.

Es sábado a la noche y el Orfeo Superdomo arde en llamas. Ricky Martin tiene en el aire a 9.300 fanáticas (y algunos varones) con un show inolvidable. Entre todas ellas, en medio del campo, a la altura que le permite su silla de ruedas, asoma la carita de Debora Arnaudo, fascinada, impactada por la magia que emana de su ídolo de toda la vida.

Debora sigue a Ricky con amor incondicional desde hace muchos años, desde Menudo, mucho antes del terrible accidente de 2008 (la atropelló una camioneta en calle Cardeñosa, muy cerca del Orfeo) que la depositó en una sala de terapia intensiva durante tres crudos meses y la alejó definitivamente de los estudios de Recursos Humanos que estaba llevando adelante.

Estuvo en coma, sin conciencia, conectada a la vida por seis o siete cables. Uno de esos cables era del MP3 que los familiares le dejaban a los enfermeros para que le hicieran escuchar las canciones de su ídolo.

Antes del accidente, el amor de Debora por Ricky ya era cosa seria, a tal punto que alcanzó para “contagiar” a su prima Caren Ercole, menor que ella. “Si ella me hizo fan… ¡cómo yo no voy a llevarla a los recitales!”, afirma Caren entre el griterío de las fans en el show del sábado. Sostiene firme la silla de ruedas y se acerca a su oído para comentarle algún detalle que se le pudiera escapar.

Y ojo, que no la llevó a un show, sino a dos. “Estuvimos en Rosario en 2011 y ahora venimos al Orfeo. Ella disfruta a rabiar de todo. No se pierde detalle”, cuenta Caren, que ríe cuando su prima suelta en “teamoooooooooo” en medio del show.

Ellas son de Humberto Primo, un pueblo de Santa Fe. Caren, que actualmente estudia en Córdoba, la esperó y juntas fueron a show. “Fuimos tempranísimo porque no conocíamos qué lugar nos podían asignar, pero salió todo perfecto. Cuando ingresábamos, veíamos las camionetas de la producción y fantaseábamos que allí pudiera estar Ricky. Yo le pregunté qué haría si se lo encontraba y ella me contestó: ‘le digo que lo amo!!!’”.

Debora entiende todo, pero a veces es difícil entenderle. Ha tenido avances increíbles en la recuperación, que ya lleva ocho años, y está permanentemente bajo rehabilitación. Hace un tiempo dejó las sondas y se alimenta con normalidad. Su intelecto está perfecto, tan vívido como su pasión por el portorriqueño de la sonrisa angelada.

Y, lógicamente, la seguidora número 1 tiene sus preferencias. Las canciones que más adora de Ricky son “Te extraño, te olvido, te amo” y “Así es la vida”. Palabra de fan.

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